¿Cómo reconocieron que Brigham Young fue un Profeta?


Cuando el profeta Jose Smith falleció muchos santos se preguntaban quien sería el susesor que presidiría la Iglesia.
Mucho antes de fallecer, el profeta José Smith otorgó todas las llaves para dirigir la iglesia a los apóstoles. Y quien correspondía dirigir la Iglesia era el apóstol de mayor antigüedad... es decir Brigham Young. Y aunque muchos santos sabían esa verdad, las palabras de otros hombres que se autonombraron sucesores lograron engañar a varios.
Pero ¿Cómo reconocieron los santos que Brigham Young era el profeta? Pues fue durante dos discursos:
El 8 de agosto de 1844, los santos de Nauvoo se reunieron a las 10 de la mañana para escuchar a Sidney Rigdon reivindicar su pretensión de convertirse en guardián de la Iglesia. Él habló a los miles de santos allí reunidos durante una hora y media, y explicó por qué él debía ser el guardián de la Iglesia. Varias personas describieron su discurso como carente de inspiración.
El presidente Brigham Young habló brevemente y dijo que él hubiera preferido haber regresado a Nauvoo para llorar al Profeta en vez de tener que nombrar a un nuevo líder. Anunció que más tarde, ese mismo día, se celebraría una asamblea de líderes y miembros, a las dos de la tarde. Varios miembros de la Iglesia testificaron posteriormente que, mientras Brigham Young hablaba, vieron que su aspecto cambiaba y oyeron cómo cambiaba su voz, y que adoptó el aspecto y la voz del profeta José Smith.
Emily Smith Hoyt recordó: “La forma de razonar, la expresión del rostro, el sonido de la voz estremeció toda mi alma… Yo sabía que José estaba muerto. Y, sin embargo, a menudo me sobresaltaba y miraba involuntariamente al estrado para ver si no era José. No lo era; era Brigham Young”.
Wilford Woodruff escribió: “Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, nadie habría podido convencerme de que no era José Smith, y cualquiera que conocía a esos dos hombres puede testificar de esto”
A las 2 de la tarde, miles de santos se reunieron para lo que sabían que sería una reunión importante. Brigham Young habló con franqueza acerca de la propuesta de Sidney Rigdon de ser guardián de la Iglesia y del distanciamiento de este con respecto a José Smith durante los dos años anteriores, y luego dijo:
“Si la gente desea que el presidente Rigdon los dirija, puede tenerlo; pero yo les digo que el Cuórum de los Doce Apóstoles posee las llaves del Reino de Dios en todo el mundo.
“Los Doce son nombrados por el dedo de Dios. Acá tienen a Brigham, ¿le han flaqueado alguna vez las rodillas?, ¿le han temblado los labios? Ahí tienen a Heber [C. Kimball] y al resto de los apóstoles, un cuerpo autónomo que tiene las llaves del sacerdocio, las llaves del Reino de Dios para todo el mundo: y esto es verdad, pongo a Dios por testigo. Ellos siguen a José y son como la Primera Presidencia de la Iglesia”
Muchos santos comentaron que, al hablar Brigham Young esa tarde, tenía la apariencia de José Smith y sonaba como él. Además de ese milagro, muchos de los santos sintieron también que el Espíritu Santo les testificaba que Brigham Young y el Cuórum de los Doce habían sido llamados por Dios para dirigir la Iglesia. Al concluir esa reunión, los santos de Nauvoo votaron unánimemente a favor de sostener al Cuórum de los Doce Apóstoles, con Brigham Young a la cabeza, para que dirigiera la Iglesia.

En la actualidad como en principios de la Restauración es lo mismo. El profeta sucesor es el apóstol de mayor antigüedad y podemos saberlo por nosotros mismos... Por medio del Espíritu Santo podemos recibir un testimonio de que quienes dirigen la Iglesia han sido llamados por Dios.
Fuente: La sucesión de la presidencia de la iglesia
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