¿Cómo se eligió el lema de la Sociedad de Socorro "La Caridad Nunca Deja de Ser"?

Emmeline B. Wells

En 1910, cuando la hermana Emmeline B. Wells fue llamada a prestar servicio como la quinta Presidenta General de la Sociedad de Socorro, ya estaba preparada para esa responsabilidad. Durante su participación en la emigración al valle del Lago Salado, había trabajado al lado de hermanas que tenían testimonios firmes del evangelio de Jesucristo y que entendían los principios fundacionales de la Sociedad de Socorro. Ella había prestado servicio como secretaria de dos presidentas generales de la Sociedad de Socorro, Zina D. H. Young y Bathsheba W. Smith, desde 1888 hasta 1910.
Con el testimonio de que la Sociedad de Socorro había sido organizada mediante revelación, la hermana Wells y sus consejeras, Clarissa S. Williams y Julina L. Smith, estaban comprometidas a preservar los principios sobre los cuales se había fundado la Sociedad. En octubre de 1913 dijeron:
“Declaramos que nuestro propósito es mantener intacto el nombre original y el espíritu y el propósito iniciales de esta gran organización, manteniéndonos aferradas a las enseñanzas inspiradas del profeta José Smith cuando reveló el plan mediante el cual las mujeres recibirían poder mediante el llamamiento del sacerdocio para agruparse en organizaciones adecuadas con el fin de ministrar a los enfermos, ayudar a los necesitados, consolar a los ancianos, advertir a los desprevenidos y socorrer a los huérfanos”.

Unos meses antes, ese sentido de propósito había llevado a la hermana Wells y a sus consejeras a establecer el lema que llegaría a ser un recordatorio constante de los principios fundadores y los orígenes inspirados de la organización. Escogieron una declaración de las Escrituras: “La caridad nunca deja de ser”(1ra Corintios 13:8) Esas seis palabras abarcaban el mandato que el profeta José Smith había dado a las hermanas de la Sociedad de Socorro de “socorrer al pobre” y “salvar almas”.
En el pasado, las mujeres pioneras habían practicado la caridad con sus vecinos cercanos. Ahora las hermanas de la Sociedad de Socorro se organizarían para brindar caridad, “el amor puro de Cristo”, también a su prójimo a nivel mundial.
La hermana Wells y sus consejeras establecieron ese lema en una época de relativa paz y prosperidad. Ni siquiera se imaginaban que los acontecimientos de los años venideros pondrían a prueba ese lema.

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